LA CIUDAD
Conglomerado a las puertas de San Miguel de Tucumán con un arrollador crecimiento. Es receptora de la migración interna que busca “mejores oportunidades” y se nuclea sobre una calle que desde antaño intervinculó el noroeste de la región.
Según los historiadores, el nombre de la ciudad obedece al apellido de una antigua familia de la zona. Se sabe que en 1696 don Francisco de Alderete ejercía como “Alcalde de Hermandad”. Entre sus primeros habitantes ya figuran los apellidos Constant y Mendilaharzu, ramas de aquellos colonizadores que junto a otras actividades instalaron precarias curtiembres (Pacheco, 1994).
Desde allí, traspuesto el río Salí, partía una vieja senda conocida como el”Camino de Burruyacú” o ‘Paso de Macomitas” que vinculaba con el sur de Salta y permitía la penetración desde la región Chaco- Santiagueña.
A la vera del camino — ruta 304 o San Martín como la suelen denominar los lugareños — se estableció lentamente un caserío de nativos y criollos provenientes de pueblos y lugares del naciente.
Ese lugar, paso de carretas, posibilitó que a mediados del siglo XIX se instalara la posta de los hermanos José María y Miguel Alderete junto a una pulpería renombrada que comenzaba a ser conocida como “los Alderetes”
En los años del siglo XIX, en tierras de Fidel Mendibil y Ezequiel Colombres, funcionaron efímeras fábricas de azúcar. Ya en 1861 al pequeño asentamiento se lo denominaba “Villa Alderetes”; en él se instaló una escuela de varones, luego la comisaría y un juzgado de paz. Hasta el año 1880 perteneció al Rectorado Capital y posteriormente Alderetes integró el departamento de Cruz Alta.
Impulso a fines del siglo XIX
“La Villa”, rodeada de ingenios, requería creciente mano de obra y por esto se ye acrecentado el movimiento comercial. Su fortalecimiento afianzado en vísperas del trazado ferroviario; con telégrafo, escuela, y buenos edificios públicos, obliga en 1888, al levantamiento de su piano y proyecto de delineación que ejecuta el Departamento Topográfico de la Provincia. Por esos años, la documentación catastral confeccionada por el prestigioso agrimensor porteño Carlos de Chapeaurouge, registra a la Villa de Alderetes como un asentamiento estable, alrededor de tierras pertenecientes a las familias Mendilaharzu, Frías y Páez.
La llegada del ferrocarril desde Buenos Aires en 1891 habilita una estación de paso. En 1899, el dique “La Aguadita” estimula fuertemente la agricultura y la industria, por lo cual, al finalizar el siglo XIX es el centro de servicios más vigoroso de la zona.
La jerarquía del poblado duró hasta mediados del siglo anterior, a pesar de que el ingenio Concepción en la vecina ciudad “Banda del Río Salí”, nucleaba la mayor cantidad de habitantes.
Por mucho tiempo, y desde que en 1951 fuera designada Comuna Rural, creció y prosperó sin la aplicación de los instrumentos técnicos que regularan su crecimiento. En 1987 se erige en municipio de segunda categoría. Hoy es un centro densamente poblado debido al persistente flujo de migración del campo y a la saturación de la capital que convierte a esta ciudad en un centro receptor.
Alderetes con activa vida comercial, industrial y agrícola influye sobre vastas zonas de Cruz Alta y Burruyacú. Empero, su tejido urbano no ha tenido un control preventivo que armonizara con el rápido avance del desarrollo social y físico. Resultas del cual su área central y los barrios que crecieron al borde de canales muestran un perfil ambiental y paisajístico degradado. Por consiguiente las autoridades de este activo municipio deberán prestar absoluta prioridad y atención a estas deficiencias urbanas.
Casa Ledesma. Se encuentra emplazada sobre la avenida principal a escasos metros del cruce ferroviario. Los aires de casa quinta quedan expresados en la galería del frente con evidentes rasgos clasicistas.
Casa Gianserra. Un rico ejemplo con expresiones formales de cuño italianizante. La simetría propuesta se aligera y busca una ruptura en el enfático volumen quebrado de la sala de estar que avanza sobre a fachada.
Casa Mendilaharzu. Como sus similares, expresa la imagen de villa campestre compacta de raíz clásica. Perteneció a estos primeros pobladores, propietarios en otros tiempos de grandes fundos que llegaban hasta el ingenio La Florida.
Estación del Ferrocarril. Corresponde a un modelo de edificio de segunda clase que data de la década de 1890, cuando el ferrocarril Central Argentina habilitó el tramo final de a línea. Los rasgos del utilitarismo inglés son evidentes. Funcionó coma estación de carga y pasajeros. Si bien actualmente presta servicio, el tren en ella ya no tiene parada.
Iglesia La Sagrada Familia. Está emplazada frente al paseo principal de la ciudad, junta al colegio San Vicente de Paul. Construida en 1899, tiene torre central de escasa altura, imagen sobria y detalles que la encuadran en un desnudo neogótico. Inicialmente la parroquia tenía una jurisdicción más amplia, que comprendía hasta a vecina ciudad de la Banda del Río Salí.
Comisaría y Juzgado de Paz. Antiguo “edificio tipo”
proyectado, a fines del siglo XIX, par el Departamento Topográfico de la Provincia. Emplazado en esquina, la fachada tiene detalles de cornisas con arcos de medio punto y remate superior almenado. El diseño prototípico fue aplicado en edificios del mismo uso en las ciudades le Monteros y Graneros.
Plaza 24 de Septiembre. Conserva sabor a pueblo y en sus alrededores se concentran los locales de las instituciones más significativas de a ciudad. Desde hace más de 100 años es sitio obligado de festejos y conmemoraciones públicos. La engalanan especies típicas como palo borracho, tipa, lapacho, tarco y también casuarina, naranjo y paraíso.
PARA CONOCER ALDERETES Y SUS ALREDEDORES
Cabe un recorrido que muestre los aspectos distintivos de la ciudad. Desde el nervioso asentamiento se propone un paseo por la zona aledaña con un corredor de antiguos establecimientos azucareros, llamativamente atractivos y curiosos.
Alderetes es una ciudad heterogénea. Para percibir su imagen es aconsejable visitar su casco histórico, singular conjunción de tranquilo pueblo con bullicio de ciudad rumorosa. La plaza concita las celebraciones patrias, religiosas y deportivas. La extensa Av. Rivadavia absorbe el flujo comercial, y detrás de sus carteles llamativos, se ocultan edificios que otrora lucieron rasgos arquitectónicos de relieve.
Pasando las vías, rumbo al norte, existen tres ejemplos de viejas casas de abolengo: la de los Ledesma, Gianserra y Mendilaharzu que debieran preservarse como símbolos aún vivos del antiguo esplendor de la ciudad.
En las afueras
Hacia el naciente, la ruta 312 conduce a La Florida. De aquí en más, un camino hacia el sur va escalonando el pasado y presente del azúcar, que fue la primera industria pesada que generó el país.
El Ingenio La Florida, a 10 minutos de Alderetes, fue fundado por Pedro G. Méndez y Cía. (1894). Reliquia de su esplendor es el vistoso chalet que, aun con modificaciones, presume el pintoresquismo del estilo ingles. Es similar al del ingenio “La Trinidad” ambos de la misma familia. Se destacan también las casas que habitaron los empleados jerárquicos así como su antigua proveeduría. La fábrica actualmente es propiedad de la Compañía Azucarera Los Balcanes.
En las cercanías despiertan nuestra curiosidad colonias como Virginia, Luisiana o Alabama que recuerdan nombres de Estados norteamericanos.
Muy cerca, yendo hacia el sur, las Ruinas del Ingenio El paraíso rememoran épocas de prosperidad. Hoy subsiste un ruinoso edificio, transformadas casas de obreros y, apenas insinuado, el sitio del imponente pórtico de acceso con letras de bronce, que el tiempo y el descuido derrumbaron. Fundado por Vicente José García en 1838, molió durante 72 años y, finalmente en 1919, fue desmantelado.
Más adelante, nos espera el Ingenio Esperanza, ejemplar obra de Wenceslao Posse, pionero de nuestra industria madre que brego por su modernización. Fundado en 1845, contribuyó a la economía provincial durante 120 años. Posee un importante pórtico y un arquetípico conjunto de chalet, capilla y oficinas.
Por último, el Ingenio Luján inaugurado en 1858 por Santiago Cardozo. Fue vendido a la firma Gallo Hnos. y Cia. y posteriormente en 1901 a la Azucarera del Norte, luego Cia. Azucarera Concepción.
Se optó por su clausura en 1927, dada su cercanía al importante ingenio Concepción, de la misma empresa. Su chimenea enhiesta todavía, es hito distintivo de la industria azucarera tucumana.
DATOS DE INTERÉS
Ubicación: dista 7 kilómetros al este de San Miguel de Tucumán, en el departamento Cruz Alta. Se vincula con la capital a través de a autopista que lleva al Aeropuerto Benjamín Matienzo.
Altura sobre el nivel del mar: 443 m.
Límites: al sur con avenida Alejandro Heredia que la separa de la Banda del Río Salí; norte, comuna de El Chañar, Dpto. Burruyacú; oeste, el río Salí y este, las comunas de La Florida-Luisiana, Delfín Gallo y Colombres.
Población: 38153 habitantes. (Cifras provisorias).
Superficie: 52 km 2 .
Código Postal: 4178.
Caracteristicas: Alderetes se erige a la vera de Ia ruta 304 o Av. Rivadavia que la fracciona en dos. Hacia el sur a autopista Juan D. Perón separa un importante sector de la ciudad.
En los últimos tiempos, es una de las zonas de mayor crecimiento de la provincia, con más de 50 barrios populosos.
Dependen de su jurisdicción, en la zona aledaña, El Corte, Los Gutiérrez y Las Piedritas.
Posee once establecimientos educativos, en tanto el servicio de salud cuenta con centros sanitarios y seis dispensarios. Loteos irregulares, zonas anegadizas y escasos servicios son prioridades que acucian al municipio.
En las inmediaciones hay cultivos de caña de azúcar y se desarrolla en dirección norte un cinturón citrícola de excelencia. Tiene incidencia en su economía además la explotación de áridos y suelos propicios para la fabricación de ladrillos. Memoria histórica de esta zona es el sitio donde se erigía la casa quinta del tucumano Celedonio Gutiérrez (3-III-1804 / 12-Vlll-1880), que gobernó a Tucumán en continuos mandatos, durante diez años de mucha convulsión en el país.
DIRECCIONES ÚTILES
Asociación Bomberos Voluntarios: Gral. Urquiza 297. Tel. 4941248.
Bomberos (La Florida): Av. José Landajo s/nº. Tel. 4922168.
Caja Popular de Ahorros: Av. Rivadavia 570. Tel. 4941301.
CAPS Siprosa: Caseros y GraI. Urquiza. Tel. 4940556.
Centro de Jubilados y Pensionados: Pasaje Arturo Illia 110. Tel. 4940623.
Comuna de La Florida y Luisiana: l-Hipólito Yrigoyen s/n Tel. 4922165.
Correo: Av. Rivadavia 450.
Juzgado de Paz: Gral. Urquiza 143. Tel. 4940408.
Municipalidad: Caseros y Gral. Urquiza. Tel. 4942438/1797.
Parroquia La Sagrada Familia: Caseros 351. Tel. 4940647 .
Policía-Comisaría: Gral. Urquiza 100. Tel. 4940408.
Servicio Interurbano de Pasajeros-Informes Estación Central: Tel.4304696.
MEMORIAL
En 1863 se ordena la creación de una escuela, hoy denominada Fray Manuel Pérez. Cambió varias veces de nombre: Municipal, Escuela de Alderetes y Estanislao S. Zeballos.
El 29 de noviembre de 1888 se crea el departamento Cruz Alta, en el gobierno de Lídoro Quinteros.
En 1888 el Departamento Topográfico llama a licitación para construir la Comisaría y juzgado de Paz.
A fines del siglo XIX funciona una “Comisión de Higiene y Fomento”.
En 1891 llega el ferrocarril Buenos Aires –Rosario y posteriormente organiza el cuadro de estación.
En 1898 es delineado y amojonado.
En 1899 se inaugura el templo de La Sagrada Familia, por el impulso de R.P. Juncundo Guevara.
En 1954 Alderetes es convertida en comuna rural.
El colegio San Vicente de Paul fue fundado por el Sacerdote Santiago Villena en 1977.
El edificio de la delegación comunal fue construido en 1978, durante el mandato de don Marcelino Rodríguez.
Su municipalización es por ley 3744 del l 0 de setiembre de 1987, durante el gobierno de Fernando Riera. Su primer intendente fue don Mario Orlando Sandoval.